“La preservación de la familia numerosa tal como existe hoy, es una cuestión de sensibilidad social, el mantenimiento del tipo de familia numerosa es una cuestión de concepción biológica, tanto como de concepción nacional. Es preciso sostener y apoyar a la familia numerosa no porque no tenga lo suficiente para sustentarse, sino porque constituye la célula preciosa e indispensable del pueblo. Y es ambas cosas, no sólo porque es realmente, la que garantiza la conservación numérica de la nación, sino porque es el mejor sostén para la moralidad y la cultura populares (…)
La preservación de la familia numerosa es un postulado de la política nacional y cultural (…) Y este modo de concebir el problema se halla en oposición frontal con la supresión del apartado 218, ya que considera intocable la vida concebida. La posibilidad de interrumpir el embarazo estaría en contradicción con el sentido de la familia que tiene, precisamente como función la educación de los jóvenes. Esta libertad equivaldría a la supresión definitiva de la familia numerosa como tal”.
Volkischer Beobachter, 14-X-1931.
La preservación de la familia numerosa es un postulado de la política nacional y cultural (…) Y este modo de concebir el problema se halla en oposición frontal con la supresión del apartado 218, ya que considera intocable la vida concebida. La posibilidad de interrumpir el embarazo estaría en contradicción con el sentido de la familia que tiene, precisamente como función la educación de los jóvenes. Esta libertad equivaldría a la supresión definitiva de la familia numerosa como tal”.
Volkischer Beobachter, 14-X-1931.
LA MUJER: TRABAJO, MATRIMONIO Y PROCREACIÓN
“La mujer es por naturaleza y destino compañera del hombre. Ello implica que los dos no son solamente compañeros para toda la vida, sino compañeros de trabajo también. De la misma manera que a lo largo de milenios, la evolución económica ha transformado el campo de trabajo del hombre, ha transformado también el de la mujer. Y aún más imperioso que el trabajo en común, es el deber del hombre y de la mujer de perpetuar el género humano. La nobleza de esta misión de los sexos explica los dones naturales específicos que la Providencia, en su sabiduría eterna, ha dispensado invariablemente al hombre y a la mujer. Nuestra más elevada tarea por tanto, residirá en facilitar a los dos compañeros, unidos para toda la vida, la posibilidad de fundar una familia. Su destrucción definitiva equivaldría a la supresión de toda la humanidad superior.
Sin dejar de concederle a la mujer un vasto campo de actividad, no se deberá perder nunca de vista que el fin último de una verdadera evolución orgánica y lógica es la formación de una familia. La familia es la unidad más pequeña pero también la más importante de toda la estructura del Estado. El trabajo honra a la mujer tanto como al hombre. Pero el hijo ennoblece a la madre”.
HITLER, ADOLF, Mi programa (1932)