jueves, 9 de octubre de 2008

EL LUGAR DE LA MUJER EN EL III REICH

Por Frau Gertrud Scholtz-Klink. Jefa de la Organización de Mujeres Nacionalsocialistas
Cuando el nacionalsocialismo se constituyó en poder dominante en Alemania en 1933, nosotras, las mujeres, comprendimos que era nuestro deber contribuir por nuestra parte en el programa de reconstrucción de nuestro Führer, al lado de los hombres. No hablamos mucho de ello, sino que empezamos a trabajar inmediatamente. Nuestra primera preocupación fue ayudar a todas las madres que habían pasado grandes apuros durante la guerra y el periodo de la post-guerra y a todas las demás mujeres que –como madres- deben ajustarse en la realidad a las demandas de esta nueva época.

Actuando de acuerdo con el reconocimiento de estos hechos, creamos en primer lugar el Servicio de Maternidad del Reich cuyas funciones se exponen en el artículo HI de las regulaciones que lo rigen:

La preparación de las madres se ve estimulada por el espíritu de solidaridad nacional y por la convicción de que pueden prestar un gran servicio a la nación y al Estado. El objetivo de tal preparación es el de desarrollar el rendimiento físico e intelectual de las madres, hacerlas apreciar los grandes deberes que recaen sobre ellas, instruirlas en la manera de criar y educar a sus hijos y cualificarlas para las tareas domésticas y económicas.

A fin de proporcionar tal preparación se han organizado varios cursos de formación, cada uno de los cuales trata únicamente de un tema en particular, como por ejemplo, cuidado de los niños, higiene en general, cuidado de los enfermos en casa, educación de los hijos, cocina, costura, etc. Estos cursos se realizan en todas las ciudades con población superior a 50.000 habitantes a la vez que profesores itinerantes dirigen otros parecidos en las ciudades más pequeñas y en el campo. Cada mujer alemana de más de 18 años, puede realizarlo, independientemente de sus ideas religiosas, políticas o cualquier otra. El número máximo de miembros se ha visto limitado a 25 por curso, porque la instrucción que se imparte no se ve limitada a disertaciones teóricas sino que toma la forma de clases prácticas para cada uno de los grupos integrantes en los que se preguntan y responden todas las cuestiones.

Desde la creación del “Reichsmütterdienst”, esto es, entre el 1 de Abril de 1934 y el 1 de Octubre de 1937, 1.179.000 mujeres casadas y solteras han recibido este tipo de formación en 56.000 cursos, dirigidos por unos tres mil profesores, de los que alrededor de 1.200 tuvieron un empleo de jornada normal, mientras los restantes 2.300 (también en posesión de las cualificaciones requeridas) actuaban con capacidad honorífica o como instructores a jornada parcial.

Nuestra próxima preocupación se refería a esos millones de mujeres alemanas que, día tras día, realizan sus pesadas labores en las fábrica. Intentamos hacerles comprender como algo realmente importante, que también ellas representan a la nación. Ellas también deben sentirse orgullosas de su trabajo y deben poder decir: “Tengo una tarea útil que realizar y el trabajo que hago constituye una parte esencial del trabajo realizado por toda la nación en su conjunto”.

Una vez pensada esta meta, creamos la Sección Femenina del Frente Alemán del Trabajo (Frauenamt der Deutschen Arbeitsfront) que en la actualidad cuenta con más de ocho millones de miembros. Algunas críticas extranjeras han señalado a menudo que las mujeres alemanas carecen de las oportunidades de ganarse la vida trabajando en la industria u otras empresas. Por ello aprovecho esta oportunidad para rubricar que más de once millones y medio de mujeres están empleadas en diversas profesiones y ocupaciones y que su interés se ve atendido por la Sección Femenina del Frente Alemán del Trabajo. Además, somos de la opinión de que una mujer siempre encontrará posible la seguridad de un trabajo remunerado, siempre y cuando sea lo suficientemente fuerte como para desempeñar el trabajo que ha solicitado. Esto se aplica a las mujeres trabajadoras de todas las categorías, indistintamente de que el trabajo desempeñado sea de orden físico o intelectual. Por ello es deber del “Frauenamt” asegurarse de que las mujeres no se hallen empleadas en ningún puesto que resulte perjudicial para su condición femenina y ofrecerles la protección para la que específicamente se les ha autorizado. A fin de traducir a la práctica estas ideas, el “Frauenamt” ha procedido a crear el cargo de “mujer socialista trabajadora de la industria”, para cada empresa que tenga empleadas a un número considerable de mujeres. Las funciones que deben ejercer estas “Betriebsarbeitterinnen” son de índole general y particular. Deben conseguir que todas las mujeres empleadas en una misma empresa consideren sus intereses idénticos y que entre todas ellas reine un buen espíritu de camaradería. La Jefa de trabajo y el consejo secreto las ayudan en sus tareas y se hallan en posición de ganarse la confianza de las demás mujeres trabajadoras porque todas se sienten mutuamente camaradas. Deben evitar que las rivalidades, los celos y la charla irresponsable envenenen la atmósfera social del trabajo, ayudar a aquellas camaradas que se vean oprimidas por tareas domésticas y colaborar para que las condiciones de trabajo sean lo más dignas posibles. Con tal propósito deben ofrecer a la jefa del trabajo sugerencias para todo tipo de medidas necesarias para adaptar los procesos de trabajo –en conformidad con las peculiaridades técnicas de la empresa- a las capacidades naturales de la mujer. Finalmente deben cooperar en el traslado de mujeres trabajadoras a otros lugares de trabajo, en la tarea de mantener el aspecto de las empresas lo más agradable posible, etc. Esta enumeración de sus funciones muestra que no deber ser solamente experimentadas trabajadoras sociales sino también que deben hallarse familiarizadas con su trabajo actual. Por esta última razón se les exige una dedicación de varios meses en este trabajo antes de adjudicárseles el puesto de trabajadoras sociales.

Durante este periodo reciben los mismos salarios que las demás mujeres trabajadoras y están sujetas a las mismas regulaciones que ellas.

Soluciones similares, aunque a menor escala, existen con relación a trabajos con personal reducido, esto es, aquellos en que el número de mujeres trabajadoras es inferior a 200.

Nuestra organización dedica un cuidado especial a las mujeres trabajadoras casadas y con niños pequeños y a aquellas que están en estado. En este campo del trabajo social proporcionamos asistencia conjuntamente con la organización del Bienestar nacionalsocialista (N.S. Volkswohlfahrt), que sobrepasa la norma fijada por la presente legislación. Esta Asistencia suplementaria consiste en dinero, comida, ropa, etc.

No debo olvidar añadir unas pocas palabras con relación a las mujeres estudiantes que utilizan parte de sus vacaciones en favor de esas mujeres trabajadoras –sobre todo aquellas con familias numerosas-, necesitadas de una semana de descanso como suplemento a sus vacaciones normales.

Las estudiantes atienden generosamente al trabajo de estas mujeres en la fábrica durante su ausencia, y como no piden salarios, las trabajadoras no sufren ningún tipo de perdida pecuniaria. En muchas ocasiones la organización Femenina nacionalsocialista (N.S. Frauenschaft) proporciona alojamiento gratis a las estudiantes, mientras la Organización del Bienestar garantiza facilidades especiales para las mujeres en vacaciones, tales como paquetes adicionales de comida, alojamiento en unos de sus albergues para madres –incluida la comida-, etc. Durante los primeros años de la operación del plan, las estudiantes relevaron a a las trabajadoras de 57.700 días de trabajo. Diariamente recibimos un gran número de cartas en que las trabajadoras y estudiantes indistintamente nos agradecen esta experiencia inolvidable. Las jefas de trabajo también nos informan continuamente de los beneficiosos resultados conseguidos.

Tras completar la iniciación de los mencionados proyectos, continuamos nuestro trabajo por otros derroteros, como por ejemplo organizarnos nosotras mismas. De esta manera hemos coordinado las asociaciones femeninas que existían previamente y creado la Asociación de mujeres alemanas (Deutsches Frauenwerk) que se subdivide en secciones según las directrices creadas por el N.S. Frauenschaft.

La “Deutsches Frauenwerk” cuenta, aparte del servicio de la Madre ya mencionado, con las siguientes secciones: economía nacional y doméstica; asuntos culturales y educacionales; asistencia y una sección extranjera. Además existen cuatro grandes departamentos administrativos, verbigracia, administración general; finanzas, organización y personal; asuntos de prensa y propaganda que últimamente se ocupa también de la radio, películas y otras demostraciones.